Cicatrices de la Tierra: Rutas que Dividen

Durante los años que he dedicado a la fotografía de entornos naturales, me he enfrentado a una profunda reflexión sobre el impacto que nuestras intervenciones tienen en la naturaleza. Como fotógrafo, he tenido que recurrir al uso de caminos y carreteras, a menudo construidos por el ser humano, para acceder a esos lugares remotos que capturan mi mirada. Sin embargo, me he cuestionado constantemente cómo esas mismas rutas, que me permiten llegar a estos paisajes prístinos, son también las que fracturan y alteran los ecosistemas que encuentro en mi camino.

Cicatrices de la Tierra: Rutas que Dividen es una serie que documenta, a través de la lente, cómo las carreteras y caminos son más que simples trayectos; son huellas visibles de nuestra intervención, de nuestra necesidad de conectar territorios, pero también de nuestra incapacidad de preservar los paisajes intactos. Cada imagen captura no solo el contraste entre la naturaleza y la infraestructura humana, sino también el daño que estos caminos imponen a los ecosistemas a lo largo del tiempo.

A través de estas fotografías, trato de mostrar las cicatrices invisibles que la tierra lleva consigo: la alteración del flujo de agua, la fragmentación de hábitats, y la modificación de las especies locales. Las rutas, al ser trazadas, crean barreras que dificultan la movilidad de la fauna y la integridad de los ecosistemas. Este trabajo también se convierte en una reflexión sobre la paradoja que vivimos como sociedad, en la que necesitamos el acceso a la naturaleza, pero al mismo tiempo, somos responsables de su transformación y desgaste.

Cada fotografía, a través de la luz, los colores y las texturas, captura estos caminos como marcas en el paisaje. Y aunque estos caminos representan una intervención humana, también simbolizan nuestro deseo de conocer, explorar y entender la naturaleza. Pero al mismo tiempo, nos invitan a cuestionar cómo podemos coexistir con los entornos naturales sin dañarlos en el proceso.